viernes, 23 de marzo de 2012

Sintagma y Paradigma


Lo que el signo lingüístico une es un concepto (significado) y una imagen acústica (significante). Por lo tanto el signo lingüístico es la combinación de ambos. El significante es una representación mental de los sonidos que forman un signo. Lo observamos cuando nos hablamos a nosotros mismos mentalmente. El significado es la representación mental de la realidad, la interpretación del concepto. Los signos no aparecen de forma aislada, sino en relación. Saussure propuso dos tipos:
  • Sintagmática: Se da entre dos signos que están copresentes en el discurso.
  • Paradigmática: Se establece entre los signos que están presentes y los que están ausentes.

El sintagma es un grupo de palabras que se producen conjuntamente. Por ejemplo, la oración que hay justo antes del punto anterior («El sintagma es…»). Las relaciones que se establecen entre una palabra y las que aparecen en su sintagma (p. ej., entre «grupo» y «El», «sintagma», «es», etc. en el ejemplo anterior) se llaman relaciones sintagmáticas.

El paradigma es el conjunto formado por una palabra y todas las que pueden aparecer en su lugar en un contexto (sintagma) determinado. Por ejemplo, en la oración «El león es un animal», «león» forma un paradigma junto con un numeroso grupo de palabras, como «cocodrilo», «mosquito», «perro», etc. Las relaciones entre las palabras de un paradigma se llaman relaciones paradigmáticas.

Sincronía y diacronía


Sincronía y diacronía

Sobre la base de la dimensión del tiempo, Saussure plantea la necesidad de distinguir la perspectiva sincrónica y la perspectiva diacrónica en el estudio lingüístico, necesidad común a todas las ciencias que operan con valores. Así plantea, en primer lugar, una lingüística sincrónica que se ocupa del aspecto estático de la lengua (“el eje de las simultaneidades”), que se instancia como un sistema de puros valores fuera de toda consideración histórica y, en segundo lugar, una lingüística diacrónica (“el eje de las sucesiones”), que estudia la evolución de una lengua. Para Saussure, la oposición entre ambos puntos de vista es absoluta: la lengua es comparada en este sentido con un juego de ajedrez: el valor respectivo de las piezas depende de su posición en el tablero, por lo tanto, el sistema siempre es algo momentáneo, que varía de posición a posición (= el sistema en equilibrio). Los cambios evolutivos (=alteraciones del sistema) no afectan más que a elementos aislados –como el movimiento de una pieza-; esos cambios pueden tener repercusión alta o nula en el sistema total. Ambas perspectivas son igualmente legítimas y necesarias; sin embargo considera que la lingüística ha dedicado una atención excesiva a la diacronía y que debe volverse hacia el estudio de la sincronía, considerada como descripción de estados de lengua. De hecho, todos los estudios rotulados como “descriptivismo” que ocupan la primera mitad del siglo XX provienen más o menos directamente de Saussure.

Lenguaje, lengua, habla


Lengua y habla

El estudio de la lengua implica dos partes: una que tiene por objeto la lengua que es social e independiente del individuo y la otra el habla, la parte individual del lenguaje. Ambos objetos están estrechamente ligados: la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca sus efectos, pero el habla es necesaria para que la lengua se establezca. Históricamente el habla precede siempre y hace posible evolucionar a la lengua. Por otra parte aprendemos el acto de habla, escuchando a los demás, escuchando la lengua. En conclusión:
La lengua es algo que está en cada uno de nosotros, común a todos y situado fuera de la voluntad de los individuos. Siguiendo la estela de Saussure, la lengua corresponde a un sistema de signos, un código que los individuos aprenden y retienen para su posterior uso basado en la interacción y la comunicación.
El habla es la suma de todo lo que se dice y comprende combinaciones individuales dependiendo de la voluntad de los hablantes. Entonces, el habla sería la recreación individual a partir del código o sistema de signos común a los demás individuos. Se trata de un acto particular, donde el hablante conjunta los signos y las normas que cree necesarios para transmitir el mensaje, tanto si es oral como escrito.

Wikipedia



Los conceptos de lenguaje, lengua y habla

Las diferencias entre lenguaje, lengua y habla son muy importantes a la hora de adentrarnos en el estudio del lenguaje y de la lingüística. Vamos a intentar dar unas definiciones básicas que nos permitan discernir unos conceptos de otros.

Podemos entender el lenguaje como la capacidad de poder establecer comunicación mediante signos, ya sean orales o escritos. De esta manera, el lenguaje presenta muchísimas manifestaciones distintas en las diversas comunidades que existen en nuestro planeta. Estas manifestaciones son lo que conocemos por lenguas o idiomas, como el español, el inglés, el francés o el alemán. No sería correcto hablar, por tanto, de “lenguaje español” o de “lenguaje francés”. Es importante saber emplear los términos con la precisión que merecen.

Por otro lado, la lengua es, como hemos dicho, un sistema de signos que los hablantes aprenden y retienen en su memoria. Es un código, un código que conoce cada hablante, y que utiliza cada vez que lo necesita (que suele ser muy a menudo). Este código es muy importante para el normal desarrollo de la comunicación entre las personas, pues el hecho de que todos los hablantes de una lengua lo conozcan es lo que hace que se puedan comunicar entre sí.

Y, entonces ¿qué es el habla? Es la plasmación de lo anterior, la recreación de ese modelo que conoce toda la comunidad lingüística. Es un acto singular, por el cual una persona, de forma individual y voluntaria, cifra un mensaje concreto, eligiendo para ello el código, los signos y las reglas que necesita. Dicho de otra manera, es el acto por el cual el hablante, ya sea a través de la fonación (emisión de sonidos) o de la escritura, utiliza la lengua para establecer un acto de comunicación.

Entre la lengua y el habla se establece una especie de estrato intermedio que los lingüistas entienden como norma. La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas. Ocurre cuando un niño diceandé, en lugar de anduve, de la misma manera que diría jugué, miré o canté. Este tipo de normas tiene origen histórico y, así consideradas, no constituyen ninguna irregularidad. La norma impone desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero el hablante no tiene por qué conocerlos en un principio y por eso es tan común que, entre los que están aprendiendo, surjan este tipo de errores.

El concepto de estructura lingüística



En el campo lingüístico, la concepción estructuralista se opuso a la tradicional, que opinaba que los signos lingüísticos eran ilimitados e independientes unos de otros. Se denomina estructura lingüística, llamada así por los lingüistas posteriores Ferdinand Saussure, a lo que se denominaba primero sistema, como conjunto de objetos interrelacionados, donde la modificación de uno de ellos afecta al todo. Saussure, en su obra “Curso de lingüística general” publicado en 1911, lo explicó mediante un juego de ajedrez. Si cambiamos la forma de as piezas, o el material de fabricación (por ejemplo, plástico por madera) no afectará al juego, que seguirá igual en su esencia. Pero si cambiamos el número de piezas, su función o las reglas del juego, ahí ya tenemos otro juego, pues estaríamos modificando su estructura. Lo mismo sucede en el lenguaje:

Cada signo lingüístico posee un valor dentro del sistema, que lo relaciona con otro, en constante oposición (significante-significado, sonido-pensamiento). Ese valor según Saussure radica en los signos lingüísticos, en ser lo que no son los otros.

El panorama lingüística estructural

El estructuralismo, en lingüística, toma como punto de partida el libro póstumomo de F. de Saussure "Cours de linguistique générale" (1916). Desde entonces todas las investigaciones realizadas en torno al lenguaje, considerado como (un ensemble oú tout se tient - un conjunto de elementos independientes que funcionan coherentemente) según ya se ha indicado, se autocalifican de "estructurales", aunque abedezcan a criterios muy diversos. Por ello el concepto de estructuralismo, en lingüística, abarca acepciones muy amplias unas veces. Y otras,  en cambio, demasiado restringidas. Entre las primeras, pueden ubicarse las investigaciones que han subrayado el carácter sistemático y abstracto de la lengua, en cuanto a su acción comunicativa obedece a las reglas determinadas.



Introducción a la filosofía del lenguaje: Problemas ontológicos

 Escrito por Vicente Muñiz Rodríguez

Modelo Estructuralista

Estructuralismo (lingüística): Una importante escuela de lingüística (en especial semiótica), la cual está basada en los hechos y los cursos de Ferdinand de Saussure, que ha influido e influye poderosamente sobre otras disciplinas:

Modelo Estructuralista
El estructuralismo extiende las hipótesis de una escuela lingüística a otras disciplinas de las ciencias humanas (antropología, historia, literatura, psicoanálisis). Encontramos a Ferdinand de Saussure como el fundador de los métodos de esta teoría.

El método estructuralista
El concepto de estructura es anterior a su utilización por parte de los estructuralista franceses. Estaba presente en diversas áreas, en matemáticas a través de la noción de "grupo" y en la lógica, como "formalización", e incluso en la física y en la biología. El equivalente en psicología, puede hallarse en el concepto de gestalt (forma), utilizado por la Escuela de la Gestalt cuyo objetivo central fue el de superar los planteos de la teoría asociacionista.

El estructuralismo se inspira especialmente en la lingüística de Saussure quien distinguió entre "lengua" y "habla" considerando la lengua como un "sistema de signos" independiente del uso que de él hace el individuo y así propuesto la creación de una nueva ciencia.